He dicho alguna vez que vivo en la casa de las corrientes de aire?
Pues así es, no es una casa sino un piso, pero a la que te despistas el viento corre a raudales y las puertas PAM! se cierran de golpe.
Esto supone dos inconvenientes:
- lo nerviosa que me ponen tantos golpes a lo largo del verano (que es cuando acostumbramos a tener abierto todo de par en par)
- lo más importante: el riesgo de que uno de mis retoños acabe sin mano o como poco, con los deditos hechos picadillo
Y qué hago? Cómo lo relleno? .....
Tras muchas dudas opté por seguir un tutorial que ya realicé hace un tiempo para hacer dos gallinitas de Pascua para los peques, sólo que ésta vez quintupliqué su tamaño y, en lugar de estar vacía (que no me serviría para lo que quería), la rellené de algodón en la parte superior y le coloque una bolsa con arena de playa en la parte inferior, arena que amablemente mandé a mi hermano y a uno de mis churumbeles a requisar en la playa.
Pesa que da gusto y ahora la puerta de la cocina ya no cierra de golpe, como mucho en caso de vientos huracanados, chafa a la pobre gallina entre la puerta y el marco.
Ala gente, en cuento pueda (me acuerde, tenga un hueco, las ganas, ......) os enseño el otro sujeta-puertas, un precioso minino a cuadros vichi lilas.
B-Sitos
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