Vestido para una boda

Bueno,bueno, bueno.

Por aclamación popular (vale, voy a ser sincera, un par de personas lo han pedido), os enseño el vestido que me hice para la boda que tenía en julio, aquél que pensé, ejecuté, pero no me puse y al final fui de rojo pasión.

La verdad es que como proyecto, no tenía mucha dificultad: un rectángulo plegado por la mitad, con un agujero para la cabeza, dos costuras laterales bajo la sobaquera y un par de ojales para un cinturón.

Todo se complicó puesto que la tela era horrible, de coser claro, que como tela de vestido quedaba muy mona, pero era tan fina, ligera y suave (ups, parezco un anuncio de compresas con alas), que se escurría cada vez que intentaba coger un dobladillo, tomar una medida o intentar que los dos lados quedaran iguales.

Al final lo conseguí, con la pega que tomarse el bajo del vestido una misma tiene sus problemillas, así que quedó descaradamente corto y tuve  añadir un trozo para hacerlo al largo que quería (por encima de la rodilla).

Luego, el original llevaba un cinturón muy majo y elaborado que yo sustituí por un collar de cuentas y motivos en colores a juego con la tela.

El vestido original tenía unas mangas largas hasta casi los tobillos, que me parecieron excesiva, así que yo las hice ligeramente más cortas.

Como complementos pensar en unas sandalias romanas, pelo rizado recogido.

Bueno gente, aquí os dejo el resultado final, pensar que la percha soy yo, con lo cual desluce un poco, pero lo cierto es que estoy muy orgullosa de él y, seguro que en navidades u otra ocasión (a mi alrededor la gente se casa poco) lo puedo sacar de casa.

Se aceptan criticas constructivas al vestido.